miércoles, 13 de abril de 2011

Propaganda electoral totalitaria en Fuengirola

Las próximas elecciones municipales y autonómicas están próximas. Los partidos políticos se preparan para la campaña electoral, aunque algunos llevan ya bastante tiempo haciéndolo. Por poner un ejemplo, en Fuengirola, el Partido Popular, con su candidata Esperanza Oña, actual alcaldesa de la ciudad desde 1991 y diputada-portavoz en el parlamento andaluz por este partido, lleva meses y meses, aunque podríamos decir legislatura tras legislatura haciendo campaña.


A la televisión local de Fuengirola, FTv, habría que cambiarle el nombre a SOTv, es decir, SuperOñaTV, pues más que la televisión local parece un canal dedicado expresamente a resaltar todas las actividades a las que acude la señora alcaldesa. No suficiente con esto, desde Navidad la alcaldía fuengiroleña lleva derrochando en regalos para todos y cada uno de los habitantes de la ciudad, acercando a SuperOña a lo ciudadanos.

Relacionamos a continuación algunos de estos regalitos hechos por la alcaldía:
-           Diciembre 2010:
o     Semana de Navidad: regalo de un juego de velitas perfumadas de color naranja con la foto de nuestra superalcaldesa. Entregada casa por casa.
o     Entrega de postal de felicitación de las fiestas navideñas y del año nuevo, aunque esta vez no llevaba la foto de Oña.
-           Enero 2011: regalo de calendario de 2011 con una foto de Super Oña, no en la portada, sino en todos y cada uno de los meses del año. Esto fue dejado en los buzones.
-           Febrero 2011: reparto por todos los buzones de una postal recordándonos lo maravillosa que es la señora Oña y, por supuesto, con su foto.

Y, lo más indignante de tanto peloteo, es que todos estos regalos y muchos otros, así como también la emisión de FTv, se financia con dinero público. Ni el caudillo gozó de tan buena propaganda. Eso sí, en el parlamento andaluz, la alcaldesa Oña acusa de totalitarismo a la Junta de Andalucía del PSOE, sin faltarle razón; mientras tanto ella hace lo mismo pero no se le cae la cara de vergüenza por ello.

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