miércoles, 5 de marzo de 2014

-LA SOLIDARIDAD NO ES NEGOCIO

La Junta, como todos los gobiernos populistas, maquilla sus fracasos con el afeite de la virtud. Y en esto usa de forma magistral el colorete de la supuesta solidaridad. Vean, si no, el reciente invento: la “Redde Solidaridad y Garantía Alimentaria de Andalucía”, creada en el decreto-ley 7/2013 y que oficialmente pretende ser el punto de encuentro y coordinación entre la Junta y la sociedad civil organizada. 

Teóricamente servirá para impulsar sistemas sostenibles y solidarios de producción, distribución, comercialización y consumo de alimentos para proporcionar una respuesta más coordinada, eficaz y eficiente en el conjunto del territorio andaluz a las necesidades alimentarias básicas de las familias con escasos recursos económicos.

Este decreto-ley, con más de 4 millones de presupuesto, es el paradigma de cómo entiende el gobierno socialista - comunista la solidaridad: neutralización de las iniciativas solidarias en el ámbito de la sociedad civil sometiéndolas al control de los poderes públicos (estatismo); grandilocuente palabrería vana; profusa creación de chiringuitos como son la ‘comisión Interdepartamental’, la ‘comisión de coordinación’, o las innumerables comisiones técnicas que generan gasto inútil e ineficacia.


Sobre todo, reparto arbitrario e incontrolado de fondos (el artículo 37 del decreto-ley ¡excluye a estos fondos de la aplicación de la Ley de Subvenciones!) entre los “ayuntamientos y las organizaciones, entidades y agentes sociales y económicos de la Comunidad Autónoma de Andalucía para articular de forma coherente y dinámica las actuaciones”.
Es decir, ¿les suena de algo intermediarios retribuidos seleccionados arbitrariamente, para prestar un servicio que en numerosas ocasiones no prestan, aunque cobran, mediante un procedimiento inexistente o farragoso, excluido de control o, si acaso, sometido al modelo de justificación de cuentas del Gran Capitán (picos, palas, azadones: mil millones)? ¿Les suena esto a Eres y a Fondos de Formación para el Empleo? ¿A que sí?
Ese es el concepto de solidaridad de la Junta. Se ve que Susana Díaz y Diego Valderas, presidente y vicepresidente de la Junta leen a Balzac: está claro que la caridad no da buen resultado más que como negocio”.

Cuando el aparato del Estado se apunta a la solidaridad, como cuando lo hace el mercado, tiene la trampa de desarmar a la sociedad y sembrar de sal el futuro de la verdadera solidaridad, que es inseparable de la Autogestión. El objetivo último es rentabilizar políticamente la generosidad de miles de andaluces en muchos años (Cáritas, Banco de Alimentos, etc.).

Señores de la Junta, no den caridad asistencial, de ustedes esperamos justicia y buena política de empleo. 

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